La vida D.C

El pasado día 7 los alumnos del MBA de Esic Business and Marketing School, fuimos los oyentes de una ponencia de caracter extraordinario puesto que era la primera que se realizaba entre los alumnos de Madrid y Valencia vía online. En ella se discutía como será la nueva normalidad que vendrá después del COVID-19, por personas muy capacitadas y muy respetadas en sus distintas profesiones como Sonsoles Frontera Toldrá, Ana Jover Sapena, José Manuel Guaita Martínez, José Luis Úbeda Lafuente y Yves-Henry Gomrée.

Parece que únicamente existe una sola certidumbre, y es que nadie sabe a ciencia exacta lo que nos deparará el futuro

En una situación compleja llena de incertidumbres tanto para nuestros excelentes ponentes como para mí, donde parece que únicamente existe una sola certidumbre, y es que nadie sabe a ciencia exacta lo que nos deparará el futuro y que consecuencias acontecerán en nuestra vida.

Para algunos esta situación originada por la presencia de un entorno “Súper VUCA”, como lo acuñó muy acertadamente Sonsoles Frontera, ha provocado angustia y desesperación, para otros una oportunidad para conocerse mejor y enriquecerse en diferentes ámbitos, también los hay quienes no han optado por invertir su tiempo como un retiro espiritual. Todas ellas son completamente lícitas y válidas, a veces se nos olvida que estamos viviendo una situación post traumática y que cada persona es completamente distinta, sus reacciones antes tal enigma no deben ser objeto de valoración ni estigmatización de ningún modo. Aunque todos estos grupos parezcan muy alejados unos de otros, estoy convencido de que todos se hacen la misma pregunta:

 ¿Todo volverá a ser como antes?

Si nuestra voluntad es tratar de descifrar el futuro y de esta forma encontrar una razón más para vivir de una forma más tranquila, adquiriendo la sensación de que más pronto que tarde volveremos a tener bajo control todo nuestro entorno, como antaño (yo, lo dudo), podemos intentar realizarlo en determinados ámbitos mediante aproximaciones y premisas formuladas en base a la experiencia o a la situación actual que ya se está empezando a originar a raíz del COVID-19.

A continuación, se expondrá el impacto de esta pandemia mundial en campos de diversa índole que serán los principales baluartes del artículo.

Empresas, economía y oportunidades laborales

Es indudable que el modelo de negocio predominante deberá ser modificado ostensiblemente, enfocándolo a que las empresas y organizaciones sean más proactivas a adaptarse a determinados entornos en un espacio temporal limitado.

Medidas higiénicas y espacios entre personas más amplios, serán las principales novedades cuando la incorporación al trabajo sea una realidad. Así como el teletrabajo que da la sensación que ha venido para quedarse.

En este campo como dijo Yves-Henry Gomreé, el ecommerce se está convirtiendo en una fortaleza vital para aquellos grupos que deseen sobrevivir.

Medidas higiénicas y espacios entre personas más amplios, serán las principales novedades cuando la incorporación al trabajo sea una realidad. Así como el teletrabajo que da la sensación que ha venido para quedarse. Quizá los encuentros por la mañana de un lunes que solían ser tan efusivos por la victoria del equipo de fútbol y con un aroma a café recién hecho, tendrán que esperar hasta que haya una solución real y que propicie indirectamente un mayor contacto físico.

Por otro lado, en cuanto a las oportunidades laborales parece que se antoja como el principal escollo para la generación que viene, y de la que tanto mis compañeros como yo somos parte. En toda nuestra vida laboral por mera estadística, íbamos a tener que sufrir alguna recesión económica de mayor o menor importancia pero que de todas formas desgraciadamente iba a estar ahí.

Ser conscientes en todo momento que todo tiene una cara y una cruz, o un vaso medio vacío o medio lleno

Sinceramente, durante este confinamiento he reflexionado y pensado acerca de cómo debemos afrontar los vaivenes que se sufren en primera persona en esta montaña rusa que es la vida, y he llegado a una cierta conclusión (que no aseguro que dentro de unos días, meses o incluso años sea totalmente modificada y opuesta), y es que cualquier situación de anormalidad (exceptuando, pérdidas de seres queridos) que nos trastoque todos los planes hechos y por hacer, se deben ver como una oportunidad y exprimirlas hasta tal punto de encontrar algo positivo en ellas. En este sentido, aprender a saber encajar el NO como se expuso durante la ponencia adquiere también una vital importancia, quizá en cierta medida gran parte de que nos cueste tanto aceptar esta palabra de dos letras, viene ligada a que desde pequeños en el sistema educativo nos hemos visto valorados continuamente entre una línea muy fina entre el aprobado y el suspenso, que llegaba a adoptar tintes como si fuera el bien y el mal, o incluso la vida y la muerte, pero en fin este es otro tema que merece un gran debate.

Ser conscientes en todo momento que todo tiene una cara y una cruz, o un vaso medio vacío o medio lleno, e intentar tratar de aprender algo de ellas. No queda otra que dar nuestra mejor versión, confiar en nosotros mismos y soñar en grande para conseguir aquello que nos propongamos en esta época del COVID-19.

Espíritu colectivo, humanidad y relaciones sociales.

En la misma línea que argumentaba Jose Luís Martínez Guaita, creo que es momento de una unión mayor tanto de nuestros representantes políticos como de los ciudadanos. En una situación tan dramática, se debe establecer como una prioridad el llegar a acuerdos rápidos y útiles que sirvan para desatrancar la situación y no ponerle más trabas y retrasos. Además, la ciudadanía tiene que ser más responsable y humilde con sus actos, dado esta situación creo que nuestro pensamiento intrínseco egoísta y con el que solo nos fijábamos en nuestro ombligo, tiene que ser completamente erradicado.

Esta nefasta situación nos ha hecho estar más lejos que nunca de nuestros seres queridos, pero aunque resulte paradójico a su vez nos ha acercado a mayores principios morales

Debemos empezar a actuar tratando de hacer la vida más fácil a aquellos que nos rodean, gestos tan fáciles como el ponerse una mascarilla o caminar fijando una distancia amplia de seguridad, tienen que ser los principales requisitos cuando salgamos a la vía pública.

Por otro lado, esta nefasta situación nos ha hecho estar más lejos que nunca de nuestros seres queridos, pero aunque resulte paradójico a su vez nos ha acercado a mayores principios morales, ha sido una fuente de espíritu colectivo, apoyo mutuo y solidaridad. Hemos conocido caras de vecinos que en mis 23 años no sabía que existían y estaban viviendo a escasos metros míos, muestras de solidaridad en el vecindario para aquella gente que no se viera en las condiciones de hacer la compra, los famosos aplausos de las 20:00 que quedarán en el interior de todos nosotros… Todo esto nos debe dar fuerza y ser más valientes entendiendo esta valentía, como el conocimiento existente de un miedo pero logrando sobreponerte a él consiguiendo que no influya para nada en la vida diaria.

Tengo esperanza en que después de todo esto, seamos menos egoístas y más humanos, menos individualistas y más colectivos que en definitiva todo el daño vivido nos haga aprender una valiosa lección.

Conclusión

No quería despedirme sin agradecer a todos los profesionales desde los sanitarios a repartidores, la gran labor que están haciendo para todos nosotros su lucha en estos días tendría que ser ejemplo de superación y servicio al pueblo. Por último, considero que se originará un cambio de prioridades en todos nosotros quizá el trabajo ya no sea lo más importante, y demos más importancia a los pequeños gestos y actividades que realmente nos hacen más felices. A lo largo de la historia, ha quedado claro que no sobreviven quienes son más fuertes sino quienes más se apoyan. Es un buen momento para escuchar más y cuidar a la naturaleza, hacerse la idea de que en este lugar llamado Tierra estamos de paso y no somos superiores a nadie.

Esta herida finalmente cicatrizará y volveremos más fuertes que nunca.

*Artículo elaborado por Álvaro Carnicero Sánchez.